¿Es recomendable tomar la copita de vino o cerveza en las comidas?

El alcohol en ninguna cantidad y bajo ningún concepto va a ser saludable. Así de tajante es nuestra posición respecto a este tema. Quedaos a leer el post y entenderéis nuestra postura.

Esta afirmación tiene que doler a mucha gente. Estando tan instaurada la cultura del alcohol en nuestra sociedad resulta duro leer esto, pero es la realidad. Según el estudio ANIBES, en el cual se analizan las fuentes de energía diarias aportadas por los grupos y subgrupos de alimentos y bebidas en la población española, las bebidas alcohólicas de baja graduación ocupan el puesto 15, aportando más kilocalorías (kcal) diarias que comida auténtica como son las legumbres o los huevos (tiene delito). Ocupan el mismo puesto que yogures y leches fermentadas y, comparando con otras bebidas, aportan incluso más  kcal que refrescos con azúcar, zumos y néctares, cafés e infusiones (estos últimos poseen un bajo valor calórico, al igual que el agua que no posee kcal, por lo que no es comparable en este caso).

Según la OMS, 3,3 millones de muertes al año en todo el mundo son atribuibles al consumo de alcohol, siendo causante de más de 200 enfermedades y trastornos, y ocasionando el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones. Según este informe, en 2010, el consumo total de alcohol per cápita en todo el mundo registró un promedio de 21,2 litros de alcohol puro entre los hombres, y 8,9 litros entre las mujeres.

   Veamos que dice la literatura científica al respecto.

En el Informe Mundial Sobre el Cáncer, afirman que el consumo de alcohol es cancerígeno y es causa de múltiples cánceres en el ser humano mediante diferentes vías biológicas, dependiendo del sitio anatómico. Las bebidas alcohólicas contienen varios compuestos cancerígenos, como el etanol, acetaldehído, aflatoxinas, o el carbamato de etilo, pudiendo todos estos compuestos contribuir a aumentar el riesgo de cáncer debido a su ingesta. En este informe se afirma que a medida que aumenta la cantidad de alcohol consumido, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. Esto significa que cualquier reducción en el consumo de alcohol será beneficiosa para la salud a través de la reducción del riesgo de cáncer. (informe gratis en PDF)

No se puede suponer una asociación cardioprotectora entre el consumo de alcohol y la cardiopatía isquémica en todos los bebedores, incluso a bajos niveles de ingesta. (Meta-análisis que incluye 44 estudios observacionales).

Además, en uno de los estudios más recientes al respecto, se concluye que el bajo consumo de alcohol no tiene un beneficio neto de mortalidad en comparación con la abstención vitalicia o el consumo ocasional. Las estimaciones de riesgo para los bebedores ocasionales fueron similares a las de los bebedores de bajo consumo y de medio consumo.

En algunos estudios observacionales se mostraba un posible beneficio derivado del consumo moderado de bebidas alcohólicas en determinadas patologías, sobre todo en la enfermedad cardiovascular. Sin embargo, en la mayoría de esos estudios, enmarcan como un grupo general (ABSTEMIOS) a ex bebedores que se han hecho abstemios, a personas con algún problema en la salud que les impide beber y a abstemios por convicción propia y que nunca han bebido. De esta manera, está claro que en los dos primeros casos el riesgo de mortalidad va a ser mayor que en un abstemio que nunca ha bebido, provocando estos últimos un claro sesgo en el grupo, disminuyendo el riesgo de mortalidad.

En estos estudios tradicionales: Abstemios = ex-bebedores + no bebedores por enfermedades + abstemios "saludables".

Sin embargo, en el estudio al que nos referimos, enmarcan en el grupo de abstemios SOLO a los ex-alcohólicos y a personas enfermas que no pueden beber.  De esta manera, realizan la famosa curva en J de las bebidas alcohólicas obteniéndose notables diferencias con respecto a lo que se veía en otros estudios. La mostramos a continuación adaptada al español. (Fuente) 

En este estudio actual: Abstemios = ex-bebedores + no bebedores por enfermedades.

Como decíamos, el grupo de abstemios/exbebedores ya no engloba a los no bebedores por "mutu" propio. Con este ajuste, podemos observar en la gráfica cómo ha aumentando el riesgo de este grupo. De igual manera, los bebedores ocasionales y de bajo consumo dejan de tener un riesgo reducido, pasando a no tener riesgo, concepto muy diferente.

CONCLUSIONES

- El consumo de alcohol en la población es excesivo y un número muy elevado de muertes y enfermedades a nivel mundial son atribuibles a su consumo.

- No hay ninguna cantidad de alcohol beneficiosa para la salud. Podemos afirmar que existe un consumo de bajo riesgo, pero no un consumo beneficioso.

- La norma a seguir siempre será : "Cuanto menos lo consumas, mejor será para tu salud."

Os remitimos a este video de Julio Basulto, sobre el alcohol. Imprescindible.